Esta silla suele atribuirse a Robert Mallet-Stevens, ya que una silla muy similar aparece en las fotografías de la cocina de su Villa Cavroix en 1932, y del mobiliario de un gran restaurante, que diseñó para el "Salon des Arts Ménàgers" en 1935. Por otro lado, Mallet-Stevens solía utilizar las creaciones de otros diseñadores para sus interiores. Derek E. Ostergard, en su autorizada obra "Bent Wood and Metal Furniture: 1850-1946 (American Federation of Arts: Nueva York, 1987), niega la autoría de Mallet-Stevens por motivos estilísticos e históricos. Argumentando que las sillas de restaurante que aparecen en las primeras fotografías tienen detalles diferentes a los que comúnmente se atribuyen a Mallet-Stevens, Ostergard concluye que el verdadero diseñador es desconocido.